El eterno dilema

La seguridad o la aventura, el amor tranquilo o el amor salvaje, el riesgo o lo estable.

¿Cómo conseguir que ambas realidades se aúnen?

Es el gran dilema. ¿Qué hay tras de la seguridad? ¿Miedo quizás? ¿Y tras la aventura?

¿Qué es lo que ansías?¿Qué es lo que te hace sentirte más cómod@?¿Qué es lo que te da más vida?

Imagina por un instante que puedes encontrar estas dos vertientes en tu vida simultáneamente. ¿Filmarías esta propuesta? ¿Te animarías a dar un vuelco a tu vida?

Parecen posibilidades antitéticas. Pero tengo una muy buena noticia para ti: no es tan difícil como parece. De hecho, aunque nos empeñemos en que no sea así, es lo único que podemos hacer para ser felices. Para esto hay una receta muy fácil y sencilla.

Todo lo que tenemos que hacer es buscar la seguridad en nuestro interior.  Tranquilidad, paz en lo interno, aceptándonos y amándonos. Y dejar la aventura que se plasme en el fluir continuo de la vida.

Quietud y movimiento juntos. ¡Qué maravillosa experiencia!

Esto generalmente no llega a ocurrir de manera espontánea. Necesita un gran trabajo personal, introspectivo, con atención plena y apertura hacia el silencio. Muy posiblemente necesites una guía y unos compañeros de camino, además de una prácticas regulares y sistematizadas. Seguro que también vas a necesitar adentrarte en el fascinante mundo de la meditación, sí o sí.

Si pretendes solo tener tranquilidad y confort vas a sufrir, porque la vida te va a vapulear periódicamente. Es inevitable. Si tu apuesta es por la aventura sin una base sólida, sin un trabajo interior, tienes muchas papeletas para acabar insatisfech@ y perdid@.

Si te podemos ayudar en tu proceso, aquí estamos. Desde hace mucho tiempo, esta es nuestra vía.

Feliz día.

Gendo