Una solución “mágica”

Cuando tenemos alguna disfunción importante, nos planteamos ir al psicoterapeuta, psicólogo o incluso psiquiatra. El hecho de ir a tratarnos no implica necesariamente una remisión de nuestras aflicciones, lo que a veces genera más frustración. Y a veces, ¡oh sorpresa!, encontramos la solución de una manera fácil. O no. Te pongo un ejemplo que encontré. Es un comentario de un terapeuta:

“Una mujer obsesiva compulsiva conducía al trabajo todas las mañanas y le preocupaba haberse dejado el secador de pelo encendido e incendiar su casa. Así que volvía a casa para comprobar que el secador de pelo estaba apagado, luego volvía al trabajo, luego se preocupaba de que tal vez no había comprobado lo suficiente, luego volvía a conducir al trabajo, luego de vuelta, y así diez o veinte veces al día.

Es un caso bastante típico de trastorno obsesivo-compulsivo, pero realmente estaba interfiriendo en su vida. Trabajaba en un empleo de alto nivel y llegaba constantemente tarde a todo por culpa de ese ir y venir en coche, hasta el punto de que su carrera estaba en declive y pensó que tendría que dejarlo. No podía salir con los amigos, ni siquiera podía ir a los restaurantes porque no paraba de preocuparse por haberse dejado el secador de pelo encendido en casa y tener que volver corriendo. Había acudido a innumerables psiquiatras, psicólogos y expertos, había hecho todo tipo de terapias, había tomado toda la medicación del mundo, pero nada le había ayudado.

Así que, en uno de sus innumerables intentos la atendió un colega mío, que le dijo: 

«Oye, ¿has pensado en llevarte el secador de pelo siempre contigo en el bolso?».

funcionó.”

Yo me pregunto. ¿De verdad funcionó? Evidentemente esta solución ha permitido dejar de llegar tarde al trabajo y tener una vida social más satisfactoria. Muerto el perro se acabó la rabia, aparentemente.

Pero la disfunción sigue estando ahí, latente, esperando emerger con fuerza escondida en cualquier otro electrodoméstico u objeto cotidiano, por ejemplo.

Es necesario ir a la fuente de los trastornos, más allá de las soluciones mágicas y efectistas. Sólo entrando en contacto con nuestra Esencia descansaremos en Paz. Lo demás, todos son parches, necesarios, pero parches.

Feliz día.

Gendo