Enciende tu creatividad

Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo. Albert Einstein

Tendemos a creer que sólo algunas personas “especiales” son creativas. En realidad, todos somos creativos de manera personal y única.

Aunque solemos relacionarla con el mundo de las artes, la capacidad de crear y transformar nos compaña cada día, en cualquier aspecto de nuestra vida. La usamos en el trabajo, la pareja, la sexualidad, las relaciones interpersonales, la forma de comunicarnos y las actividades diarias…

El espíritu creativo es el que nos da fuerza y nos ayuda a romper nuestros propios límites; y nos da la energía y la inspiración necesarias para reinventarnos.

Cuando aparece el deseo de innovar, de explorar nuevas formas de hacer las cosas y de convertir los sueños en realidad; cuando adoptamos un nuevo enfoque en lo que hacemos y vamos más allá de la manera habitual de solucionar un problema, cuando salimos de nuestra zona de comodidad, estamos siendo creativos.

Lo que enciende tanto nuestra creatividad como nuestro camino de autoconocimiento, es nuestra tendencia a expandirnos, a crecer y a experimentar todas nuestras capacidades y potencialidades, y a ser nosotros mismos.

Sin embargo, esa tendencia a desarrollar nuestro potencial puede quedar profundamente enterrada bajo defensas u ocultarse tras nuestras máscaras. Nos resulta fácil instalarnos en repeticiones, apegos, creencias y hábitos en los que nos refugiamos de la incertidumbre de la vida, y donde las oportunidades de experimentar y descubrir quedan reducidas a la mínima expresión. Nos vemos bloqueados por nuestros miedos, la desconfianza en nuestras propias capacidades creativas, la pereza o falta de impulso para afrontar lo que la vida nos trae.

La creatividad entra en nuestro escenario cotidiano como una forma de salir de la rutina, la inercia y la desmotivación; como una manera de vivir conscientemente, atravesando nuestros propios límites, asumiendo las posibilidades que nos trae la vida, abriéndonos al cambio, confiando en nuestro potencial y recursos, haciendo uso de lo que nos rodea de forma inspirada y creativa.

Se trata de ir abriendo caminos que permitan aflorar nuestras fuerzas creativas, de descubrir cuáles son nuestras aptitudes personales y qué es lo que nos apasiona y nos hace sentirnos vivos y satisfechos.

Vivir creativa y conscientemente implica estar despiertos y atentos, y en contacto con nuestro tremendo potencial de amor, una fuerza verdaderamente transformadora.

Feliz día.

María Olaechea