Los tres estados

Hay un claro paralelismo entre los estados básicos de la materia y el despertar personal y espiritual.

Como hemos estudiado todos, estos son: sólido, líquido y gaseoso. En un estado sólido, hay firmeza, forma, dureza. En el estado líquido, flexibilidad, fluidez, adaptabilidad y en el estado gaseoso, no forma, espacio, libertad.

De igual manera, nosotros podemos tomar estos tres estados en nuestra vida.

Podemos ser sólidos, inflexibles, aferrados a nuestras certezas y hábitos, predecibles. Tendremos entonces un ego muy bien instalado. Esto nos llevará continuamente a roces con otras personas también sólidas, inflexibles, aferradas a sus hábitos y predecibles. Otras creencias y formas de vivir la vida despertarán todos nuestros demonios, ante los cuales trataremos siempre de imponernos, en un bucle eterno de vencedores y vencidos.

Podemos ser fluidos y acomodaticios, suaves y adaptables, siempre en continuo movimiento. Es un gran paso. Seremos envolventes con los sólidos, nos dejaremos mezclar con otros fluidos, no tendremos un gran apego a nadie ni a nada. Y con nuestro continuo movimiento ayudaremos a suavizar las formas sólidas, integrándolas en el eterno ciclo de la vida. Un gran paso. Dejamos de ser yo para convertirnos en un nosotros inclusivo perpetuo.

Y por último, podemos convertirnos en gaseosos. Entonces ya no somos, nos hemos disuelto, estamos, pero a la vez no estamos, se nota nuestra presencia, pero no se nos puede atrapar. Es el estado místico, somos Amor….

Como verás, partimos de un ente sólido para poco a poco ir desvaneciéndonos, hasta desaparecer en una nebulosa. Diez años, cien años, quinientos años, el tiempo que se necesite, da igual, es inevitable.

Me puedes preguntar que hay que hacer para conseguir acelerar el proceso. Dado que es evidente que la felicidad tiene mucho que ver con el estado en el que nos encontremos, ¿Cómo podemos conseguir un tránsito aceptable? Muy fácil. El secreto está en intensificar nuestra vibración interior. No invento nada, lo mismo ocurre con la materia. Tan sencillo como buscar que todo nuestro ser tiemble, se sacuda, salte, baile, respire, goce, ría, llore, conéctate con tu corazón y medita. la meditación es uno de los mejores antídotos para la rigidez crónica.

Despierta tu cuerpo energético y poténcialo al máximo. Notarás como las formas se suavizan, notarás como pierdes densidad y en este proceso te verás desnudándote, abriéndote a la vida.

Feliz día.

Gendo