Sin máscaras se baila mejor

  • “No entiendo el mundo, por eso me refugio en mi propio universo; no encuentro mi lugar, no encajo en ninguna parte”
  • “El mundo es injusto, merezco mucho más de lo que tengo, nada me termina de satisfacer”
  • “Sólo si soy bueno y obediente, puedo acceder al cariño de los demás”
  • “El mundo no me da confianza, me han traicionado muchas veces; tengo la sensación de que no puedo confiar en nadie, no me fío de nadie”
  • “La vida no es fácil, tengo que esforzarme por salir adelante por mí y por los míos”

¿Te reconoces en alguna de estas formas de relacionarte con la vida? Detrás de cada una de ellas hay una herida del alma, como define Lise Bourbeau, y con ella una máscara, ésa tras la que, siendo niños, ocultamos nuestra autenticidad para ser lo que querían nuestros adultos.

Estas máscaras son como “pequeños monstruos” que se apropian de nosotros en esas circunstancias que despiertan a nuestro niño/niña herid@, como cuando reaccionamos con exceso de culpa, ira, vergüenza… ¿los reconoces?

Estar atentos a esos momentos requiere de honestidad con nosotros mismos, coraje y determinación, pero merece la pena. Te invitamos a bailar con la vida sin máscaras, porque sin ellas se ve mejor, se respira mejor, se siente mejor.

Feliz semana de amor, humor, consciencia y presencia. 

Equipo EntuZentro

 

Preguntas para reflexionar

¿Qué te impide desarrollar tus anhelos en la vida?

¿Cuáles son las defensas habituales que utilizas?